lunes, 15 de noviembre de 2010

MIGUEL ALFARO ORTIZ "EL LONCHAS"

Hoy a mediodía he ido a visitar a mi abuelo después de operar y pasear con Baco un rato por La Pulgosa. Volviendo al trabajo he recordado que hace tiempo que no visito a Miguel. Conozco a Miguel (Lonchas, Lon, Loncharrón, Miguelonchas, Miguelón,...) desde hace veintiseis años, practicamente desde el día que me mudé con mi familia a Albacete. Toda una vida que se dice en estos casos...o mas bien dos vidas. Porque el pasado 15 de Julio Miguelón volvió a nacer tras resbalar y tocar un cable de media tensión que practicamente lo frió pero que, afortunadamente, decidió empujarlo y no llevárselo para siempre. Lo hizo mientras trabajaba, solidario con los demás como siempre, intentando ayudar a los instaladores para acabar la faena cuanto antes. Quedó inconsciente un buen rato y pasó mas de una hora tendido en lo alto de un tejado, achicharrándose, hasta que los bomberos pudieron evacuarle.


Recuerdo que iba corriendo por el Parque Lineal aquella tarde cuando sonó el móvil y Alex "Milinillas" me soltó la bomba. Me quedé totalmente bloqueado y fuí incapaz de continuar mi entrenamiento consciente de la gravedad de la situación. Mientras me arrastraba hacia casa imaginaba el panorama con el Lonchas practicamente quemado y para ser sincero, esperaba lo peor. Las buenas noticias pronto llegaron y me enteré de que había sido trasladado a la UCI de quemados de Getafe aunque completamente consciente. A medida que las horas fueron llegando mas partes desde Madrid con su estado ( Juanan y Alfonso fueron los primeros en acercarse a verle) y al cabo de unos días se descartó daño interno alguno. Ese mismo domingo Javi Rosillo, Jose "El Negro", Carmen y yo fuimos a visitarle y me tranquilizó mucho el ver que se encontraba bien dentro de la gravedad.

Desde entonces comenzó la dura batalla de su recuperación, que está resultando lenta y pesada. Sus padres y su novia no le han dejado solo ni un solo instante y ya comienza a ver la luz al final del túnel. Han pasado exactamente cuatro meses desde el dichoso accidente y por suerte las bromas sobre el mismo forman parte de las conversaciones: "te veo con mucha chispa", "puedes cargarme el móvil?", "estás enchufado", etc. Se lo toma con humor como siempre lo ha hecho. Es raro ver al Lon torcer el gesto e incluso cuando está cabreado muestra buen talante (yo no puedo decir lo mismo de mí).

Siempre pensé que Miguelón era de goma. Todos los que le conocemos recordamos aquellas brutales caídas jugando al fútbol, aquellas roturas de cristales en el edificio con su cuerpo, aquellos empujones jugando al churro, a los "nabos cocíos", en la piscina,...Nunca le ocurría nada y parecía tener siete vidas. Pues el 15 de Julio me di cuenta de que las tiene. Mejor dicho, las tenía porque ese día gastó la primera. Así que aún tenemos muchas vidas del Lonchas por celebrar pero espero que las guarde para cuando sea abuelo porque no queremos mas sobresaltos por ahora. Mientras estaba escribiendo estas líneas ha aparecido Miguel, que dando su paseo diario ha decidido pasar por la clínica a saludar así que me he llevado una gran alegría a pesar de las migrañas que han hecho acto de aparición hace un rato. Le he visto muy recuperado y con la moral alta, deseando volver a la actividad diaria. Seguro que en un par de meses lo tenemos dando guerra otra vez. 

Miguelon, mucho ánimo que dentro de ocho meses estaremos celebrando tu segundo cumpleaños, este con mas motivo si cabe.

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