lunes, 13 de junio de 2011

MARATÓN ALPINO MADRILEÑO

La dichosa alergia me esta matando en las tres últimas semanas y me ha frenado bastante en la preparación del Ultra del Aneto pero por otra parte el cuerpo  agradece mucho el descanso después de la paliza física y psicológica que supusieron los 101 de Ronda. Aún así la semana pasada me puse las pilas y, coincidiendo con el Maratón Alpino Madrileño, comencé los entrenos específicos de montaña con dobles cargas en Chinchilla (entre semana uno hace lo que puede) durante tres días.
El sábado cargué la furgona con los típicos apechusques a lo que se sumó el colchón y el saco ya que el plan era dormir dentro de la furgona lo más cerca posible de la salida para no penar demasiado después de la carrera. Ya por la tarde, merendola con Juanan en la capital comentando los avatares de la semana y rumbo a Cercedilla sin perder mucho tiempo. Llegué justo a tiempo para recoger el dorsal y la bolsa del corredor y tras merodear un rato por la feria del corredor aparqué el coche a 100 metros de la salida y meta, junto al río ya que planeaba zambullirme al día siguiente en él. Tras una cena reparadora con los amigos de A TO TRAPO a base de huevos con patatas y chorizo (hidratos a saco!!!!) y un par de cañas fresquitas (los rituales no se deben romper a pesar de no ser uno muy maniático) me volví a mi lecho para intentar dormir algo.
A las 5.30 de la mañana el canto de los pajarillos hizo innecesario el despertador así que me metí en el río para espabilarme. Desayuno de campeones como siempre y cafelillo en el bar local departiendo con gente conocida de otras carreras. Tras los clásicos rituales, uniforme quijote y a la salida donde me esperaban los amigos de A to Trapo que siempre son una garantía de terminar la prueba.

La salida la dió el grandísmo montañero Carlos Soria con doce minutos de retraso...y al lío!!!. Como en todas estas pruebas de montaña se forma la clásica montonera en la primera subida, que aquí comenzaba a los 300 metros. La serpiente multicolor progresa lentamente intercalando tramos de subida con falsos llanos y alguna leve bajada permitiendo a la gente trotar. Ganamos altura facilmente (unos 600 metros) hasta el km 7, Puerto de Navacerrada, donde comenzamos la dura subida a la Bola del Mundo. Un tramo infame de canchal de unos 500 metros de desnivel ganados en 4 km. El sol pega ya pero sopla un airecillo que se agradece. Vamos Juanma, Juanjo y yo con pies de plomo en la subida porque sabemos que esto es muy largo. La bajada desde la Bola por la loma del Noruego espectacular, con Juanjo lanzado y los demás siguiéndole de cerca y disfrutando mucho del verdor de la primavera tardía. El avituallamiento en el km 15 con mucho público animando nos dió mucha fuerza para la segunda subida del día, la ascensión al Peñalara. Juanjo advertía que lo peor sería la subida del Tubo de Cabezas y que mejor guardáramos fuerzas.

Me desmarqué un poco ya al principio cuando subíamos por un tramo de senda fácil entre pinos enormes e hice la subida solo ya que me veía con fuerzas y, aunque con el freno de mano echado, pasé a mas de treinta corredores en este tramo de 5 km de subida con unos 700 metros de desnivel positivo. El segundo tramo mucho mas técnico por pedriza lo hice muy cómodo y en la bajada me crucé con Juanjo y Juanma que iban bastante cerca así como Hortensia, la compañera murciana y Edu también de A to Trapo. De repente casi me tropecé con Pedro Montero del C.A. Chinchilla al cual no conocía personalmente...que mejor lugar para las presentaciones que a 300 metros del Peñalara!!! Prometí saludarle en la meta y seguí con mi bajada diesel ya que las piedras prometían emociones fuertes en forma de esguinde de tobillo o rodilla. Desde el km 23 al 27 la bajada era mucho más cómoda y me lancé ya que continuaba solo. En el avituallamiento justo a los pies de la tercera subida fuerte me paré a hacer un descanso de 5 minutos para estirar y esperar a Juanma y Juanjo pero al ver que no venían comencé la penosa subida. Un canchal infame de 400 metros de desnivel en apenas 2 km en fila india siguiendo a unos 20 colegas de penuria (cuando vi un rebaño de unas 50 cabras montesas junto a la "senda" me dí cuenta de que iba la cosa...) seguida por otra no menos infame trepada por pedriza grande de mas de 1 km. Tras mucho penar llegada a la Cabeza Larga y desde allí un sube y baja por la Cuerda Larga con tres subidas y otras tantas bajadas de unos 100 metros de desnivel pero menos duras. A mitad de la Cuerda Larga me detuvo la organización durante diez minutos ya que se tuvo que evacuar en helicóptero a dos compañeros (de corazón espero que no fuera nada grave y se recuperen pronto) y tras alcanzar de nuevo la Bola del Mundo comenzó la bajada de 5 km que me llevaría de vuelta a Cercedilla. Esta bajada a pesar de ser muy escarpada la hice bastante bien consciente de que lo peor ya había pasado aunque continué parando en todos los avituallamientos unos minutillos. A la llegada a meta, 7 horas y 18 minutos....casi ná!!! 13ª galleta a la buchaca y una gran dosis de moral de cara a mi próximo reto en el Aneto.

Como el avituallamiento era UNA MIERDA. Muy mal la organización,en este sentido!!! Cuando yo llegué no quedaba ni siquiera coca cola, no hablemos de cerveza...dos "migajas" de barritas de cereales y avellanas...y aún tendrían que llegar la mitad de los corredores así que tras despedirme de loa amigos de A to Trapo y esperar la llegada a meta de Pedro del CA Chinchilla me fuí a darme otro remojón al río y dejé el homenaje para mi llegada a Madrid (bocatón de calamares y jarra de cerveza con Juanan). La vuelta a Albacete algo penosa....pero palos a gusto no duelen, y peor estan algunos por ahi como para quejarnos!!!

Mañana toca descanso pero el martes vuelta a la carga...quedan 7 semanas!

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