BEHOBIA-SAN SEBASTIAN...LA CARRERA DEL AÑO

El año pasado corrí el Maratón de Donostia y me sorprendió (mas bien me dejó alucinado) la cantidad de gente que animaba a los corredores y sobre todo el ímpetu con el que lo hacían. Comentándolo a los compañeros de fatiga mientras sufríamos la distancia de Filípides todos me decían lo mismo: "esto no es nada, tienes que ir a la Behobia".

Como llevo poco tiempo en este mundillo del "running" no tenía ni idea de que me hablaban, pero nada mas llegar a Albacete me puse a investigar y descubrí que es la carrera popular mas numerosa del país, organizada por el C.D. Fortuna K.E. y que su primera edición se disputó en 1919 nada mas y nada menos. Así pues, la marqué en el calendario de carreras a realizar en el 2010.

Cualquier excusa es buena para volver a San Sebastián, y con un evento de este tipo estaba incluso dispuesto a sacrificar el concierto de Interpol...que Manitu, Juanan y Paul Banks me perdonen por la ofensa!. Lo dejé caer entre los Quijotes durante uno de tantos encuentros y la idea tuvo buena acogida inscribiéndonos unos cuantos a la 46 Behobia-San Sebastian. Finalmente Mamen, Antonio Carrillo, Jose Antonio Robles, Laureano y yo nos decidimos a correr. Tuvimos cinco acompañantes de lujo durante este viaje con las parejas de Antonio, Jose y Laureano, mas Agustin y Blanca que se apuntan a un bombardeo.


brindando con patxaran...como debe ser!

El día antes de la carrera madrugamos mucho para poder llegar a Donostia a la hora de comer ya que, como no todo es correr, la expedición tenía unas ganas enormes de salir de pintxos por el Centro y el Antíguo.
Tras encontrarnos con la sección cántabra de la expedición, cumplimos como buenos Quijotes y Sancho Panzas el trámite dando cuenta de cuanto pintxo se pusiera por delante a mediodía y por la noche rompiendo el mito de que, para hacer una buena carrera, hay que comer pasta y evitar el alcohol en las horas previas. Alguna hasta se quejó de no haber probado el agua hasta el inicio de la carrera!!!. La ciudad nos recibió con cielo totalmente despejado y el sol nos acompañó durante todo el día, dándonos falsas esperanzas para el domingo.

Poco antes de la medianoche nos retiramos a nuestros aposentos ya que los cuerpos estaban para pocas bromas. Lo que ocurrió en la 326, el nido del bautizado Comando del Amor (Mamen & Jorge) quedará entre nosotros muy a pesar de algunos quijotes ansiosos de morbo y telenovela...


Comando Amor tomando el elixir afrodisiaco 

El domingo amaneció con nubes y claros lo que nos dió mas energía que el desayuno en la cafetería del hotel que parecía no llegar nunca. Pero poco antes de partir a la estación de tren comenzó a llover...txiri miri decía Agustín. De camino algunas fotos de rigor de cinco valientes Quijotes con la playa de la Concha de fondo y casi sin darnos cuenta estábamos en la estación aguardando al tren que nos llevaría a Behobia, al otro lado de la frontera. Tras cuarenta minutos de recorrido en un trenecillo atestado de atletas donde Carrillo tanteó refuerzos "extranjeros" de altura saltamos del tren para montarnos en un bus lanzadera que nos dejaría unos minutos mas tarde cerca de la salida.


tras la calma llegaría la tempestad

Ya en Behobia tomamos el último café y nos mezclamos en el maravilloso ambiente de los grandes días de carreras populares. Mas de 21.000 atletas venidos de todos los puntos del planeta disfrutaban de la hora previa a la salida ya bajo una lluvia fina pero intensa,formando un manto multicolor de ponchos, mantas térmicas y bolsas de basura yendo y viniendo en su intento por mantener los cuerpos calientes. Jose Antonio y yo nos despedimos de Mamen, Antonio y Laureano, que salían mas retrasados. Tras unos minutos de trote y estiramientos nos abrazamos y deseamos suerte mutuamente, para hacer marca en su caso y para sobrevivir en el mío. Con la música típica de los eventos deportivos acompañandonos por megafonía (Queen, Rolling Stones, Led Zeppelin) se da el pistoletazo de salida al son de la solemne "Chariots of Fire" y el público estalla en aplausos y aupas que ya no cesarán hasta el paso del último atleta.


Subida a Miracruz, con las fuerzas justas

 La lluvia pacta una tregua con los atletas durante los cuatro primeros kilometros, que son de constantes toboganes, hasta atravesar Irún en su totalidad. A partir de aqui arrecia de nuevo lluvia y viento en la larga y pesada subida al Puerto de Gaintxurizketa (km 8) durante la cual rompo aguas menores, así que me tengo que parar a evacuar. Esta dura subida me pasaría factura hacia el final de la prueba donde noté la falta de entrenamiento en estos últimos meses. Aprovecho para echar la vista atras y contemplar el maravilloso verde paisaje vasco, con ese toque de mística que le añaden la niebla y la lluvia intensa, solo roto por la serpiente multicolor de 21.000 almas.

salida en Behobia

Los cuatro kilómetros siguientes hasta Lezo son totalmente rompepiernas hasta la bajada que lleva al pueblo. Ya hemos pasado el ecuador de la prueba y a estas alturas la lluvia ya resbala y encima coincido con un atleta con el que había luchado por el pueto 21º en el Maratón de Montaña de Mosqueruela el año pasado y que se acordaba de mi lo cual me infló un poco el pecho la verdad. Una pequeña subida al Puerto de Pasajes da pie a la parte mas llana de la carrera, hasta el km 16 donde comienza la subida al Puerto de Miracruz donde la gente me lleva en volandas y casi obliga a no pararme, ya que las fuerzas van muy justas. Una vez alcanzado el puerto el objetivo está cumplido ya que solo queda una fuerte bajada y tres kilómetros llanos entrando en Donostia. La recta final es interminable, con varios "falsos arcos de entrada" que se le atragantaron amas de uno que creía haber llegado ya a meta pero el trabajo estaba hecho y así termino mi primera Behobia-San Sebastián en 1 hora y 38 minutos. 
Mientras repongo fuerzas la lluvia cae en tromba pero me da igual. Pienso en la carrera y caigo en la cuenta de que durante cada metro de los 20 kilómetros pude sentir el calor y fuerza de la gente del público animando a pesar del horrible día. Eso es lo que hace tan especial esta carrera. Mi tiempo no pasará a la historia pero este día tan especial lo tendré grabado en la mente mucho tiempo. Por cierto, el ganador de la carrera fue Rafa Iglesias al que se le dan muy bien estas tierras. Segundo, mi admirado Chema Martínez.
Poco después, mientras hago cola para recoger mi mochila llena de comfortable ropa seca, oigo que un corredor ha fallecido a trescientos metros de la meta y eso nos entristece mucho a todos. Poco después me reuno con mis compañeros quijotes en el punto de encuentro familiar. En la letra Q, como no!!!. Jose Antonio ha roto el cronómetro y ha terminado la prueba en 1 hora 17 minutos y 45 segundos, dos minutos por debajo de su objetivo con lo cual la alegría es inmensa por parte de todos. En seguida llega Eustaquio, nuevo miembro de la familia quijotesca, que finalizó en 1 hora y 28 minutos. Mas tarde van apareciendo Laureano (1h 38m) y Antonio (1h 44m) y mi querida Mamen (1h 52m)...mi pobre Mamen!!!, aún empapada por la lluvia. Casualmente el que peor cara tenía de todos era Agustin, que no había podido hacer ninguna foto de la carrera a causa de la lluvia. Decidimos ir a Zarautz a celebrar la marca de Jose Antonio comiendo unos merecidos pintxos y aterrizamos en un bar regentado por un cubano, una argentina y una puertorriqueña...casi ná!!!. Pero los pintxos eran de lo mas donostiarra, y bien buenos que estaban!. El viaje de regreso fue una tortura entre la lluvia, el viento, la niebla, el tráfico, las molestias musculares y el sueño. Menos mal que Mamen me mantuvo con vida durante las 8 horas y no cerró los ojos ni un instante.

Tras unos días de reposo obligado comienza ahora la puesta a punto para un 2011 cargado de ambiciosos objetivos, siempre que las lesiones me respeten.
Alguna sorpresa tengo preparada y un reto solidario en el cual espero que me ayudeis entre todos los que me conoceis, me leais o no. Por lo pronto hoy unas cuestecitas por Chinchilla con Jose Antonio y Eustaquio aprovechando que ha salido el sol. Salud!!!!